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Discurso de posesión de la Procuradora General de la Nación

Discurso de posesión de la Procuradora General de la Nación

Palabras de posesión de la doctora Margarita Cabello Blanco como Procuradora General de la Nación​

Hace pocos días cerramos uno de los años más difíciles que hayamos vivido en muchas generaciones como sociedad. Un año en el que se evidenciaron nuestras vulnerabilidades y se hicieron patentes nuestras carencias y limitaciones ancestrales.

Un año en el que fuimos testigos de la grandeza de la solidaridad; de la entrega heroica de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud; del esfuerzo admirable de maestros y colegios tratando de seguir formando a la distancia a nuestros hijos y nietos, mientras los padres de familia aprendían a acompañar también a sus hijos en esa misma educación a distancia, tratando, a su vez, de manejar de la mejor manera posible el natural desasosiego, miedo e incertidumbre que la coyuntura generó en ellos y sus hogares.

Hemos visto también en estos meses cómo miles y miles de emprendedores vieron derrumbar sus sueños en cuestión de semanas después de años de ilusiones y arduo trabajo, todos hemos sido espectadores impotentes de empresas cerradas mientras las personas que obtenían su sustento de esas actividades quedaban cesantes, y sin ingresos, con difíciles consecuencias para sus familias.

Nuestro país se ha empobrecido. Las familias entran en este nuevo año 2021 con incertidumbre, temor y mucho pesimismo; la inseguridad ciudadana vuelve a ensañarse con los habitantes de las ciudades que deben padecer el martirio cotidiano de tener que recorrer calles y parques con miedo y desconfianza; y como si esto fuera poco, el desempleo golpea a amplios sectores de la población afectando especialmente a las mujeres, a los jóvenes y a los sectores laborales menos capacitados. 

Esto es muy preocupante

No podemos permitir que como consecuencia de la pandemia la brecha de género se profundice y nos haga retroceder décadas en esas conquistas de equidad laboral, familiar, económica y social que logramos viabilizar con el esfuerzo y la lucha de tantas y tantas generaciones de mujeres.

No podemos permitir tampoco que como consecuencia de la pandemia los jóvenes pierdan el impulso que necesitan para formarse y empezar a construir el futuro de bienestar al que tienen derecho.  No podemos permitir que esos jóvenes que han perdido sus empleos, sus incipientes negocios o sus posibilidades de estudio se vuelvan una generación perdida. Ese es un costo demasiado alto para una sociedad como la nuestra que necesita tanto de esa creatividad, originalidad e ímpetu juvenil para progresar y salir adelante.

Vivimos épocas sin antecedentes

Épocas en las que necesitamos creatividad, compromiso, solidaridad, humanidad, y mucha responsabilidad, pulcritud y efectividad desde lo público. Tenemos el deber de acertar, no es el momento de improvisar, de vacilar y mucho menos de errar o experimentar. Los ciudadanos esperan resultados concretos por parte de los servidores públicos y tenemos la obligación de entregárselos.

Los servidores públicos no podemos ser indiferentes con lo que sucede a nuestro alrededor. Nosotros somos los llamados a diagnosticar los problemas e implementar las soluciones. Hoy, más que nunca, hay que ser responsables y efectivos para responder a las necesidades de la gente.

La Procuraduría General durante esta administración que comienza hoy estará del lado de las familias colombianas viabilizando los resultados que tanto necesitan y esperan. No vamos a ser indiferentes a sus urgencias ni a preocuparnos por cosas que no le inquietan a la gente común y corriente. En ese sentido vamos a acompañar a los servidores públicos para que den los resultados que tanto necesita el país. Eso es lo que vamos a hacer. Eso es lo que pueden esperar de nosotros. Nos vamos a apoyar en la función preventiva y en la función disciplinaria para cumplir esos propósitos.

Vamos a ejercer la función preventiva de forma técnica e independiente para lograr resultados concretos que privilegien el buen funcionamiento de la administración pública. Con esa intención, hemos diseñado un plan con el que fortaleceremos esa función, de manera tal que podamos contar con importantes herramientas tecnológicas, con un recurso humano cada vez más técnico, con la participación permanente de la ciudadanía y con procedimientos expeditos que permitan ejercerla en forma oportuna y eficiente.

Acá no es advertir por advertir o prevenir por prevenir. Buscaremos que, con las observaciones planteadas, la administración pública mejore todos los días en beneficio de la comunidad. No se trata de prevenir para no tener que lamentar porque acá no podemos en este momento darnos el lujo de fallar y lamentarnos, sino prevenir para acertar y avanzar.  Queremos un mejor Estado en beneficio de todos los colombianos. Un Estado que piensa y actúa por la gente y para la gente.

Así haremos la diferencia

Ese es el camino que debemos tomar. No en vano el último Informe Nacional de Competitividad evidencia grandes desafíos en materia de eficiencia del Estado. Ese es nuestro gran cuello de botella y ahí debemos focalizar gran parte de nuestros esfuerzos.

Los colombianos, especialmente los que habitan los grandes centros urbanos, están preocupados por la inseguridad, el desempleo, el hambre, los servicios públicos, la movilidad, la calidad de la educación, la prestación del servicio de salud, entre otras muchas problemáticas que afectan a las familias. Con el fin de atender esas preocupaciones, solicitaremos inicialmente a los Gobernadores y a los alcaldes de las capitales del país, las políticas que han diseñado y están poniendo en marcha para afrontarlas.

Si bien el Estado, con ocasión de la crisis por el Covid-19, en todos sus niveles, se esta endeudando y esta comprometiendo vigencias futuras, no puede suceder que estos recursos se pierdan por la corrupción, la falta de planificación, la ineficiencia o la ineptitud. Lo que nos corresponde desde la Procuraduría General es vigilar y prevenir para que esos recursos se inviertan adecuadamente, y contribuyan, verdaderamente, a la reactivación social y económica del país.

Además, en esta materia, acompañaremos el proceso de vacunación con un objetivo muy claro: hacer que todos los colombianos puedan acceder a la vacuna en forma eficiente, equitativa y segura. Vamos a trabajar con la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo con el fin de hacer un frente común que ayude a que este proceso salga de la mejor manera posible.

También haremos un control a la gestión de las entidades públicas, porque no puede ser que en Colombia se sigan invirtiendo millonarias sumas de nuestros insuficientes presupuestos para implementar políticas que nunca solucionan nada. Vamos a salir de esa frustrante bicicleta estática y a mover el Estado para que entregue los resultados concretos que la gente esta esperando.

En ese sentido revisaremos temas tan sensibles como la jornada única, el Programa de Alimentación Escolar, la seguridad alimentaria, la seguridad ciudadana, la salud, la calidad en los servicios públicos, la infraestructura vial, la implementación de los Acuerdos de Paz, el avance y desarrollo de las Alianzas Público Privadas, entre otros muchos temas. Vamos también a implementar acciones transversales en temas tan importantes como equidad de genero y desarrollo sostenible. Como la primera mujer que llega a la Procuraduría General de la Nación en 186 años seré la vocera de las mujeres en esta coyuntura, que ha sido tan costosa para nosotras y nuestros derechos.

Es importante acompañar en forma constructiva la gestión pública, para que los servidores a todos los niveles se concienticen que juntos vamos a trabajar desde nuestras competencias para lograr esos resultados.

En materia disciplinaria ejerceremos esa función en forma oportuna, eficaz, justa, serena y disuasiva.

De acuerdo con el DANE, el 94 % de las personas consultadas piensan que la falta de sanción motiva los actos de corrupción y esa convicción pública de impunidad debemos cambiarla porque es dañina socialmente y deslegitima nuestra institucionalidad. Es claro que los ciudadanos esperan más de esta función disciplinaria.

Esperan que los procesos se resuelvan pronto para castigar a los funcionarios corruptos e ineficientes o para despejar cualquier duda sobre una persona que presenta su nombre a la consideración electoral de los ciudadanos. En últimas, los colombianos esperan que la Procuraduría sea el organismo que dé confianza sobre la actuación de los funcionarios públicos, y por eso, esa función, debe estar marcada por los principios de prontitud, pertinencia y cumplimiento.

Trabajaremos técnicamente en un plan de descongestión con el fin de lograr durante esta administración que los procesos se resuelvan en forma rápida y confiable. Vamos a luchar con resultados y sanciones oportunas y contundentes contra esa perversa percepción de que a la función pública se llega para enriquecerse. Vamos a hacer que la firme contundencia del ejercicio de nuestra función disciplinaria sea el disuasivo que necesitamos para que los inescrupulosos sepan que vamos a ser implacables con ellos. Esta convicción la compartimos con el Fiscal General de la Nación y el Contralor General de la República y por eso trabajaremos coordinados especialmente en esta materia.

En cuanto a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 8 de julio de 2020, por la importancia y la premura del tema, trabajaremos de la mano con el Congreso de la República, para incorporar en el ordenamiento jurídico nacional los criterios expuestos en la mencionada sentencia, eso si, evitando siempre que los funcionarios elegidos popularmente que transgredan la normatividad queden en la impunidad.

Este año comienza el calendario electoral, estaremos especialmente atentos para que la contratación no se desvíe y para que las necesidades de las personas no sean manipuladas electoralmente alterando el voto libre. Vamos a trabajar con sentido de oportunidad para que, en lo posible, antes de las elecciones esté definida la situación disciplinaria de todos los candidatos y no propiciar incertidumbres políticas que afecten la efectividad del voto.

Vamos a ser aliados de los funcionarios que quieran acertar y adversarios incansables de los corruptos e ineficientes. En esto no puede quedar ni la más mínima duda. Que no se equivoquen conmigo. Durante mi extensa vida pública he conocido muchísimas personas, pero ese conocimiento no significa complicidad, eso tiene que quedar muy claro para que no se lleven sorpresas.

En cuanto a la vocería que ejerce la Procuraduría General a nombre de la sociedad ante la jurisdicción y las autoridades administrativas y de policía, a través de su función de intervención, velaremos por la protección de los derechos y las garantías fundamentales de toda la población.

Nuestras intervenciones se realizarán en forma seria, con un gran rigor jurídico y buscando que dentro de la entidad exista una sola línea interpretativa que permita unificar criterios que muestren el verdadero sentir del Ministerio Público, buscando propiciar siempre credibilidad ante las diferentes instancias procesales y administrativas para que nuestros conceptos generen un verdadero impacto y de esta forma proteger y garantizar los derechos que tienen las personas.

Ante la Corte Constitucional, y demás autoridades competentes, en todas nuestras intervenciones judiciales en los trámites de tutela, acciones populares, y de constitucionalidad, buscaremos proteger cada vez más los derechos fundamentales que tienen todas las personas.

En ejercicio de esta función de intervención seremos una voz clara, independiente, oportuna, informada, técnica y persuasiva.

 

Colombianos,

Asumo esta responsabilidad con vocación de servicio e intención de dejar huella en la administración pública y en el bienestar y tranquilidad de la población.

No tengo más ambiciones que la de prestar un servicio útil y digno a mis conciudadanos.

Este es un importante referente en una carrera pública sin tacha y lo voy a asumir aportándole a Colombia una mejor forma de gobernar en todos los niveles de la administración pública. El servicio público más que un honor, es una responsabilidad.

El funcionario que no se sienta capaz de asumir sus responsabilidades con efectividad y transparencia pues que se vaya y que deje que venga alguien que sea capaz de entregar esos resultados que la gente esta esperando con tanta urgencia.

Voy a trabajar con todos en beneficio de todos, porque cada persona importa, cada niño y cada joven importa, cada desempleado importa, cada estudiante importa, cada adulto mayor importa, cada mujer importa, cada victima importa, cada campesino importa, cada emprendedor importa, cada familia que no puede completar su alimentación importa, cada necesidad importa.

En ellos voy a ocupar mi tiempo. No voy a dedicar ni un minuto de ese tiempo a estériles controversias o a profundizar polarizaciones que no le ayudan a nadie. Voy a ser parte de la solución y no parte del problema. De ahí no me van a sacar por mucho que lo intenten.

Agradezco a Dios e invoco su protección en este camino que empiezo a recorrer hoy para que me de fuerza, paciencia, serenidad y capacidad para acertar.

Quiero agradecer al Presidente Iván Duque Márquez el gesto de confianza que tuvo al ternarme, al Senado de la República la generosidad de elegirme, y a mi familia, especialmente, a mis hijos, y mis nietos, el amoroso esfuerzo que hacen al acompañarme en esta nueva responsabilidad a sabiendas que con ella sacrificaremos parte importante de ese tiempo de familia que tanto disfrutamos y que nos hace tan felices.

Voy a trabajar sin descanso de acuerdo con mis competencias para dejarle a esos millones de niños, que, como mis nietos y nietas, merecen un país mucho mejor al que nosotros tuvimos. Un país incluyente, con posibilidades de progreso para todos, sin privilegios, con acceso a una educación digna, en donde la salud es un derecho, donde los gobernantes hacen lo que deben hacer y donde la pulcritud y la eficiencia son la regla, y la deshonestidad y es señalada y condenada socialmente.

Espero, dentro de 4 años, poderle decir a los colombianos que contribuimos de manera decisiva en la atención efectiva de estos aspectos, y que dejamos una administración pública mejor a la que encontramos.

Voy a desempeñar esta responsabilidad pensando siempre en aquellos colombianos que necesitan que seamos incansables, que acertemos y que trabajemos por ellos y sus familias con efectividad, respeto y mucho compromiso. Los colombianos van a ser la carta de navegación de esta administración porque tengo claro que estamos acá para servirles y eso es precisamente lo que vamos a comenzar a hacer a partir de este preciso instante en compañía de mi segundo a bordo el doctor Antonio Thomas Arias y de todo el equipo de la Procuraduría.

Muchas Gracias.

 

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